LOS TRABAJOS DE HÉRCULES, EL CAMINO DEL INICIADO
Todos tenemos un plan, una razón para nuestra existencia.
Antes de encarnar, elegimos el plan adecuado para nuestras enseñanzas, elegimos finamente cuándo nacer, el día en el que las estrellas conspirarán para recordarnos nuestro camino.
No hay vida inútil, no hay vida gastada, sólo aprendizajes, pruebas con triunfos y fracasos, pasos hacia adelante y saltos hacia adelante, y siempre hacia adelante pasamos una y otra vez por el mismo tipo de circunstancias, para que nuestra respuesta sea cada vez, más acertada.
¿No sería maravilloso conocer el plan de ruta? Podemos hacernos una carta astral, saber qué decían las estrellas el día y a la hora en que nacimos, pero aún queda algo. No somos sólo un cuerpo físico, finito, limitado, nuestra alma tiene mucho que decir en ese plan.
Si las almas encarnan, si pasamos por diferentes pruebas, si hay almas que ya las superaron todas, ¿por qué no dejaron pistas sobre cómo continuar el camino?.
La alegría nos llega al saber que lo hicieron, de muchas maneras se han interpretado la vida de los grandes Maestros de las religiones actuales y pasadas… el mito del iniciado, del discípulo y el Maestro… . Como en todo camino debemos comenzar por el principio, el camino del Iniciado, el aspirante a discípulo.
En las grandes religiones orientales se desarrolla de muchas maneras el aprendizaje del discípulo, nosotros, por nuestra historia y carácter occidental, encontramos el primer ejemplo de este camino en el mito de Heracles o Hércules, en sus 12 pruebas.
En muchas obras y bajo muy diferentes perspectivas ha sido analizado este mito, nosotros, analizaremos estos trabajos como las pruebas correspondientes a los 12 signos del horóscopo, analizaremos los símbolos , las constelaciones y el significado profundo de la prueba. Descifraremos los códigos y así podremos entender los momentos en los que nuestra alma pasa, como Hércules, a través del portal de una determinada prueba, y sabremos las claves para afrontarla. Esto no nos garantiza no pasar los diferentes avatares de la vida, para pasarlos nacimos, pero nos permite vivirlo con consciencia, uno de los requisitos fundamentales para comenzar el camino del Iniciado: Ser consciente de que hay algo más y un para qué, aunque aún no hayamos podido ponerle las palabras justas o adecuadas.
Cada uno de los enfrentamientos de Hércules corresponde a una lucha consigo mismo, con más o menos dificultad aprende, se reconstruye y nosotros podemos aprovecharnos de esta antigua sabiduría para poder leer también las claves que siguió nuestra alma para elegir esta vida. Comprenderemos muchos por qués, sabremos mejor hacia dónde, y será más fácil saber cómo.
Existe el mapa de ruta, las “instrucciones” del camino. El poder y la capacidad de aprender es nuestro, podemos recordar, debemos recordar.
“Cuando el discípulo está preparado aparece el Maestro”
Fragmento de la introducción a los trabajos de Hércules.
Por Alice Bailey.
Aquel que preside miró hacia adelante, a los hijos de los hombres, que son los Hijos de Dios. Él vio la luz de ellos y el lugar donde estaban parados sobre el Sendero de retorno al Corazón de Dios.
La Senda recorre un círculo a través de los doce grandes Portales y, ciclo tras ciclo, los Portales se abren y los Portales se cierran. Los Hijos de Dios, que son los hijos de los hombres, caminan por allí. Poco clara es la luz al principio. Egoísta la tendencia de la aspiración humana, y oscuros los actos resultantes.
Lentamente los hombres aprenden y, aprendiendo, pasan entre los pilares de los Portales una y otra vez. Lerda es la comprensión, pero en las Antesalas de la Disciplina, encontradas en cada sección de la cósmica extensión del círculo, la verdad es lentamente comprendida; aprendida la lección necesaria; la naturaleza purificada y enseñada hasta que se ve la Cruz –esa Cruz fija y a la espera, que crucifica a los hijos de los hombres, prolongada en las Cruces de los que sirven y salvan.
Del conjunto de hombres, un hombre se adelantó en los días de la antigüedad y sorprendió el ojo vigilante del Gran Anciano que preside eternamente dentro del Concilio de la Cámara del Señor. Se volvió hacia el que estaba de pie cerca suyo y dijo: "¿Quién es esa alma sobre el Sendero de la vida, cuya luz puede ahora ser vista oscuramente?” .Rápidamente llegó la respuesta: "Esa es el alma que, en el Sendero de la vida, experimenta y busca la clara luz que brilla desde el Alto Sitio"." Déjala proseguir sobre su senda, pero vigila sus pasos" .
Los eones velozmente continuaban su curso. La gran rueda giraba y, girando, traía el alma que buscaba sobre el Sendero. Después, llegó un día en que Aquel que preside el Consejo de la Cámara del Señor atrajo nuevamente al círculo de Su radiante vida al alma que buscaba. "¿De quién es esta alma sobre la Senda de sumo empeño cuyo resplandor oscuramente se distingue afuera?” Llegó la respuesta: "Un alma que busca la luz de la inteligencia, un alma que lucha". "Dile de parte mía que vuelva a la otra senda y luego que viaje alrededor del círculo .Entonces encontrará el objeto de su búsqueda. Vigila sus pasos y, cuando tenga un corazón comprensivo, una mente anhelante y una mano diestra, tráemela".
Nuevamente pasaron los siglos. La gran rueda giró y, girando, llevó a todos los hijos delos hombres, que son los Hijos de Dios, sobre su senda. Y mientras estos siglos pasaban, un grupo de hombres emergió y lentamente cambiaron a la otra senda. Ellos encontraron el Sendero. Pasaron los Portales y se esforzaron hacia la cima de la montaña, y hacia el lugar de muerte y sacrificio.
El Maestro vigilante vio un hombre emerger de esta multitud, subir a la Cruz fija pidiendo hazañas que cumplir, servicios que rendir a Dios y al hombre, y buena voluntad para recorrer el Sendero hacia Dios. Se paró delante del Gran Ser que Preside, el cual trabaja en el Concibo de la Cámara del Señor y oyó adelantarse una voz:" Obedece al Maestro en el Sendero. Prepárate para las últimas pruebas. Pasa a través de cada Portal y en la esfera que ellos descubren y guardan, ejecuta el trabajo que convenga a su esfera. Aprende así la lección y empieza con amor a servir a los hombres de la tierra". Luego le llegó al Maestro la palabra final: “Prepara al candidato. Dale sus trabajos a realizar y coloca su nombre sobre las tablas de la Senda viviente".
El tibetano
CARACTERÍSTICAS DEL CURSO
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El curso se desarrollará en semanas consecutivas, los martes, ya que es el día dedicado al dios Marte, el Guerrero, característica también del aspirante a discípulo. En horario de 18:15 a 19:15,
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Los martes en los que tendrá lugar el curso son:
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Martes 31 de marzo Trabajo 1 ARIES .
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Martes 7 de abril Trabajo 2 TAURO.
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Martes 14 de abril Trabajo 3 GÉMINIS.
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Martes 21 de abril Trabajo 4 CÁNCER.
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Martes 28 de abril Trabajo 5 LEO.
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Martes 5 de mayo Trabajo 6 VIRGO.
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Martes 12 de mayo Trabajo 7 LIBRA.
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Martes 19 de mayo Trabajo 8 ESCORPIO.
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Martes 26 de mayo Trabajo 9 SAGITARIO.
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Martes 2 de junio Trabajo 10 CAPRICORNIO.
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Martes 9 de junio Trabajo 11 ACUARIO.
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Viernes 12 de junio Trabajo 12 PISCIS.
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El curso tiene una inversión de 55€ mensuales.
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Si alguien tiene que faltar a alguno de los días propuestos, se le facilitará la grabación del mismo.
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Se recomienda a los asistentes conocer su signo astral y ascendente para poder profundizar en el camino de su prueba.
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En cada día de trabajo se facilitará la prueba que vamos a trabajar, para que cada semana, ciclo completo, pueda dedicarse sin distracción a la prueba tratada.



